Esto Pasa Cuando no Limpias tus Brochas de Maquillaje

Qué sucede cuando no limpias tus brochas de maquillaje, esto es algo que debes leer.

Maquillarte y lucir lo mejor posible requiere mucho tiempo. Hacerlo con una brocha descuidada no te ayuda a tener el mejor aspecto. Vas por ese look único. Así que tómate unos minutos y echa un vistazo a estos excelentes consejos.

De nada sirve cuidar tu piel a diario si tus utensilios de belleza están en mal estado. Si te preocupa limpiar tu rostro, debes saber que también es fundamental limpiar tus brochas de maquillaje.

1. Larga vida al pincel

A veces pagas por una nueva base y una brocha, y te sorprende ver que la brocha es aún más cara. Bueno, si no quieres gastar más aún, será mejor que las limpie una vez a la semana. Así permanecerán en perfectas condiciones durante más tiempo.

2. Una piel más sana

No debes de usar una brocha para maquillaje sucia porque todas esas bacterias acumuladas pueden obstruir tus poros y penetrar tu piel. Con el paso del tiempo, puede que notes brotes e infecciones en la piel.

3. Tonos diferentes

Si no lavas tus brochas con regularidad, al final, acumularás tanta suciedad que incluso el tono de base que apliques lucirá diferente. Esto no es lo que quieres, no obtendrás la apariencia que estás buscando lograr. Tu base, cuando se mezcla con los escombros acumulados, cambia de color.

4. Un buen toque

Debido a que están tan sucias que las cerdas parecen papel maché, tu ritual de maquillaje no es nada agradable.

Por eso, cuídalas como se merecen, y ellas también cuidarán tu piel. Y ahora viene la pregunta del millón de dólares: ¿Cómo limpiar tus brochas y hacer que el proceso sea fácil y rápido? Una o dos veces por semana, humedece las brochas con las cerdas hacia abajo. Luego aplica jabón en el cabello del cepillo y limpialas dibujando círculos en la palma de tu mano.

Al principio, notarás que la espuma es del mismo color que tu maquillaje. Y, por supuesto, será así hasta que hayas limpiado todo y vuelva a tener las cerdas limpias y sin daños. Humedecer nuevamente para quitar el jabón y escurrir bien con un poco de papel antes de dejar secar al aire. Y recuerda repetir este simple paso una o dos veces por semana.