¿Es realmente saludable alimentar a los bebés con fórmula láctea?

¿Es saludable alimentar a los infantes de seis meses a dos años con papillas, jugos, cereales enlatados y fórmula láctea?

Especialistas aseguran que NO, y advierten sobre los graves daños a la salud de los pequeños.

Alimentos industrializados dirigidos a bebés entre seis meses y dos años, contienen azúcares añadidas que además de provocar daños a la salud de los pequeños consumidores, generan tanto gusto por ella que en la edad adulta se convierten en clientes potenciales de otros productos perjudiciales para el organismo, aseguran expertos.

La industria ofrece paquetes compuestos por fórmula láctea, cereales, jugos y papillas, entre otros alimentos procesados dirigidos a los niños entre seis meses y dos años de edad. Mismos que carecen de fibra y tienen una larga vida en anaquel gracias a la cantidad de sodio que contienen, además del azúcar adicionada, según el centro Nutrición en el Centro de Orientación Alimentaria.

El sodio combinado con el azúcar provocan que los niños no sientan empalagamiento y cuando tienen exposición continúa al azúcar adicionada se acostumbran y no aceptan alimentos naturales, libres de azúcar y sodio.

Se deja una ‘huella’ en las papilas gustativas, por lo que los niños presentan un comportamiento donde inclinan sus preferencias hacia los sabores artificiales.

Es muy fácil que un niño se acostumbre a ese tipo de sabores, sobre todo si se le comienzan a dar desde los primeros meses de vida y es mucho más difícil que en etapas posteriores de la vida sea un hábito consumir verduras u otros alimentos naturales sin sal y/o azúcar.

Van a ser consumidores cautivos, clientes fieles. Se está comercializando y como ojetivo a los niños con el fin de tener allí un mercado seguro para el futuro, la industria sabe que secuestra a los paladares para tener cautivos por generaciones a sus clientes, así cuando los niños van creciendo consumen otros alimentos industrializados.

Los azúcares añadidos no son recomendables para bebés, en especial, los lactantes. Por eso la importancia de que las papillas sean naturales, preparadas al momento para conservar sus nutrimentos y sin adicionar otros ingredientes

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