¿En serio crees que por ser “light” puedes comer más?
Las marcas han sacado a la venta su versión “dieta” o “light” de sus productos, pero esto no significa que sean alimentos saludables. Y es que en mucho de los casos a estas versiones se les añade azúcar o edulcorantes, y hasta “Stevia” supuestamente como sustituto de la grasa, lo cual no ayuda en nada a una buena alimentación.
Ante esta situación te recomiendo:
- Elimina los alimentos que estén muy procesados.- Ya que a pesar de que contengan menos calorías, no son tan nutritivos como aquellos alimentos integrales y con mayor nutrientes.
- Mide el tamaño de las porciones.- Estudios han demostrado que las personas comen más cuando el alimento es descrito como “bajo en grasa”. Por lo tanto, colocar la etiqueta de “bajo en grasa” o “bajo en azúcar” tiene como consecuencia que la gente aumente el tamaño de la porción, independientemente de si lo que está comiendo es saludable o no, según otro estudio.
- Contando calorías.- Si un alimento tiene el sello de “bajo en grasa”, esa grasa a menudo ha sido reemplazada por azúcar o edulcorantes. A pesar de ello, la etiqueta hace que merme la percepción sobre la densidad de calorías. La gente no se da cuenta de cuántas está consumiendo, pues asume que son menos.
De igual manera hay que tener en cuenta aquellos bocadillos que se promocionan como “saludables” pero que son todo lo contrario. Algunos ejemplos son:
- Uvas pasas cubiertas de yogur.– Aunque no sorprende que sean dulces, una porción de 25 gramos puede contener hasta 5 gramos de grasa, mientras que las pasas solas tienen apenas cantidades ínfimas.
- Yogur bajo en grasa.- Puede tener menos grasa y menos calorías, pero no olvides que un yogur bajo en grasa pero con algún sabor puede contener hasta 10 gramos más de azúcar que el natural.
- Coca Zero .- Bebida llena de químicos y edulcorantes artificiales.
Consume natural, ¡alimentos sin etiqueta! Invierte en tu salud
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