¿Por qué se separan las parejas con muchos años de casados?
Es una vieja historia: uno en la relación – usualmente el hombre, la verdad – admite tener o haber tenido una aventura amorosa. A veces, el matrimonio puede soportar la infidelidad; otras veces, la brecha en la confianza es tan grande, que se sobreviene una separación o divorcio.
Una encuesta aplicada a gente mayor de 45 años, encontró que los romances extramaritales pasan en una cantidad relativamente pequeña en las parejas. Así que, mientras la infidelidad es el factor principal en el fracaso de algunos matrimonios, en la mayoría de los casos no lo es.
En el resto de los casos, las razones son mucho menos dramáticas. Algunas relaciones han estado en decadencia durante años y finalmente pierden el juicio. Un matrimonio no suele simplemente desmoronarse. Es más como un balón que ha estado perdiendo aire poco a poco durante mucho tiempo. Después de un tiempo, está completamente desinflado.
Otra posibilidad es que los problemas de la pareja se intensifican. La mayoría de los problemas se pueden resolver, pero otros sólo cobran intensidad. Podría ser un cambio en sus puestos de trabajo, salud, la vida de los hijos, ambiciones personales o muchos otros. Todo el equilibrio que se había logrado se ve socavado, y con él, la habilidad de manejar la situación y mantener un matrimonio decente.
La falta de comunicación y pérdida de confianza también son problemas que terminan con el matrimonio.
Afortunadamente, la mayoría de los matrimonios no presenta este tipo de desafíos, o si, pero logran superarlos.
La respuesta es la longevidad. Ahora vivimos mucho tiempo. Hace medio siglo, una pareja infeliz a sus sesenta años permanecía unida porque pensaban que no valía la pena divorciarse si sólo les restaba poco tiempo de vida. Ahora, una persona de 65 años fácilmente puede verse a sí mismo viviendo otros 20 más, y no quieren vivirlos sin amor, frustrados o decepcionados.
Y por supuesto, ahora vemos que la generación de los boomers es completamente diferente. Antes ellos aguantaban la relación aunque no fueran felices, pero la nueva generación de boomers renunció a esa idea. Ellos fueron los que originaron las altas tasas de divorcio, y aunque ya han disminuido, podemos ver cómo la gente sigue reflexionando sobre si deben o no quedarse con sus cónyugues hasta la vejez extrema.
Y es por estas y muchas razones más que matrimonios de 20, 30 o 40 años de casados optan por divorciarse. Y aunque no celebramos el divorcio, tampoco le tememos. Así que ahora se extiende también hasta los años dorados.
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