Cosas que nunca debes hacer en una boda

Nos vamos a poner cursis pero es la verdad, la boda es uno de los momentos más especiales e irrepetibles en la vida de una pareja, por lo cual debe ser cuidado al extremo para que todo resulte perfecto, o al menos lo mejor posible.

Sabemos que una boda es también un gran motivo de alegría (debería serlo), pero aun así como invitado debes guardar cierta compostura. Así que por favor, si no quieres arruinarle el momento a los novios, trata de no hacer lo siguiente:

Esta es la regla de oro, lo que por nada del mundo debes hacer. Léelo bien: NUNCA JAMÁS. Vestir de blanco para una boda nunca será una opción, ni siquiera cuando el vestido de la novia no sea blanco. A menos que ése sea el código de vestimenta, es decir, que los novios hayan pedido a sus invitados ir de blanco, ¡ésa es otra historia! Pero si vas de blanco por tu propia cuenta pensarán que quieres llamar la atención y la novia sentirá que le estás robando el protagonismo, y créeme, no quieres ver a una novia enojada.

No hay nada más molesto para todo el mundo, incluyendo novios, organizadores y el resto de los invitados, que llegues a mitad de la ceremonia, atravesándote por todos lados, buscando asiento, saludando, etc. Intenta estar unos minutos antes de la hora solicitada, así evitarás ser el motivo de distracción de todos los presentes.

Te eligieron como madrina o padrino de brindis. No le restes importancia, es una tarea especial que requiere de toda tu responsabilidad, lo que significa que NO debes improvisar, sobre todo si lo de hablar no se te da. Escribe con tiempo lo que quieres decir, ensáyalo y pide a alguien más que lo lea, así podrá señalarte algún error. No querrás hacer “el oso” frente a todos contando anécdotas inoportunas.

¡Ups! Algo casi imposible. ¿Quién no ha ido a una boda y ha hablado mal de los meseros y de la comida? No lo hagas y menos durante el evento. Los novios hicieron un tremendo esfuerzo por pagar todo. Mejor evita estos comentarios negativos.

Claro, toda boda se presta para consumir alcohol y celebrar, por lo que en medio de la euforia puedes perder la noción de cuánto has tomado. Por favor, por lo que más quieras, modera tu consumo. No falta el “borrachito” de la fiesta haciendo el ridículo, y aunque en ocasiones es divertido, ponte en el lugar de los novios, si hubieran querido un payaso en su boda lo hubieran contratado.

La pareja tendrá mucha gente qué atender durante el evento. Aunque seas la mejor amiga o el compadre, no quieras estar pegado a ellos todo el tiempo. Mejor disfruta y días después llámalos o hazles una visita. Y no quieras estarte tomando “selfies” con ellos cada cinco minutos, para eso contrataron ya a un servicio fotográfico.

Si, lo sé. Al final de la fiesta ya tienes apartado el centro de mesa para llevártelo a tu casa. No hay problema si los novios te indican que puedes hacerlo. Pero si te llevas otras cosas como ceniceros, cubiertos, vasos u otros artículos, probablemente los novios deberán pagar por ellos.