Consejos para darte un “break”
La rutina del día a día es demasiado envolvente. Estás tan involucrado en tus actividades que cuando te percatas de la hora, tu oportunidad de relajarte se ha ido. No tener un tiempo para ti mismo y hacer lo que te gusta puede ponerte de muy mal humor, estresarte y hasta perjudicar tu salud.
- No trabajes en exceso
Aunque parezca imposible, siempre habrá cosas del trabajo que pueden esperar al día siguiente. Nos obsesionamos tanto con lo que hacemos, que si no terminamos en el momento nos frustramos. Aprende a decir “basta”. Haz una lista de tus prioridades cada día, así concluirás las que más relevancia tienen, pudiendo dejar otras cosas para el siguiente día. Es un regalo que te harás a ti mismo, tu familia y tu salud.
- Tómate tu tiempo
Si desde una noche antes duermes temprano y descansas las horas que debes, a la mañana siguiente podrás levantarte temprano y no andar corriendo. Darte el tiempo suficiente para disfrutar de tu ducha y tu arreglo personal puede ser una terapia relajante que muchos pasan por alto. No lo veas como algo que debes hacer cada día, algo automático. Cambia el switch y convierte esas actividades en tu momento de tranquilidad.
- Empieza con el pie derecho
Si sales corriendo de tu casa, enojado porque se te hizo tarde, no alcanzaste a desayunar, tienes mil pendientes en la oficina, etc. Créeme, tu día será largo y agotador, sobre todo por la carga mental que acumulas. Disfruta un buen desayuno, además de darte la energía necesaria, puedes usar ese tiempo para visualizar lo que harás en el día y lo bien que te irá. Respira y no te enfoques en lo negativo, recuerda que si piensas positivo atraerás cosas mejores.
- Desconéctate y respira
En diferentes lapsos del día es muy necesario que lo hagas. Toma 5 minutos de tu jornada cada que lo necesites y respira profundo, estira tus brazos, levántate de tu asiento o simplemente cierra tus ojos y masajea tu cuello. Son sólo 5 minutos, pero harán una gran diferencia.
- Lee
Tal vez tu pasatiempo favorito no sea la lectura, pero puedes intentarlo. Leer te relaja y ejercita tu cerebro. No precisamente tiene que ser un enorme libro si no quieres, lee lo que más te guste. Puedes hacerlo antes de dormir, al menos unos 10 minutos. Verás cómo te relajas y duermes más placenteramente, además de que es un excelente hábito.
Y por último, deja de pensar en cosas que no puedes resolver o no están a tu alcance, eso te desgasta demasiado. Juega con tus hijos o si tienes una mascota, dedícale tiempo y sácala a pasear. Toma una buena copa de vino mientras ves una película, o ¿qué te parece un baño de burbujas? Hazte el pedicure o manicure, ponte una buena mascarilla, llama a una amiga. El punto es que ¡no hay pretextos! Puedes hacer tuyo cualquier momento del día, sólo tienes que dejar de verlo como tu rutina.
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